domingo, 7 de julio de 2013

Movilidad (IX):el utilitarismo de la compulsión modernista


El utilitarismo de la compulsión postmodernista

Continuamos con este noveno post, esta serie de 10 artículos sobre movilidad subtitulados "La sustantivación técnica del adjetivo", que pretenden estudiar el estado de las tecnologías móviles actuales y que invitan a la reflexión sobre el impacto que tiene la aplicación de la movilidad TIC sobre la sociedad y el quehacer cotidiano. El subtítulo es, cuando menos, intrigante; pero espero que conforme avance el desarrollo de estos artículos, el lector avispado se irá persuadiendo del significado profundo que subyace de él.
El índice que desarrollaremos será el siguiente:
  1. Introducción: las tres tendencias tecnológicas actuales.
  2. Los servicios basados en la nube.
  3. La convergencia de las comunicaciones.
  4. El fenómeno BYOD y la consumerización.
  5. Los nuevos dispositivos móviles.
  6. Las nuevas necesidades de los usuarios con movilidad.
  7. El nuevo "socialismo digital": un cambio en el paradigma social.
  8. Movilidad y aprendizaje.
  9. El utilitarismo de la compulsión postmodernista (este post).
  10. Incidencia de estos cambios en las empresas.

(Post 9/10 de la serie Movilidad TIC: la sustantivación técnica del adjetivo).


La mayor parte de la formación online sigue pedagogías constructivistas o conectivistas en las que el conocimiento se construye en las interacciones entre los estudiantes cuando se enfrentan a unos contenidos. La Web 2.0 y los procesos de movilidad fomentan este tipo de interacción educativa, que se puede extender al quehacer profesional.

A priori, esta metodología tiene mucho interés, pero desde el punto de vista humano no es ni mucho menos aséptica. Exige una reflexión seria para aprovechar lo que tiene de bueno sin dejarse llevar por modernismos (esnobismos, podríamos decir) que puedan hacer ineficaz la labor educativa o profesional por un fallo en la concepción epistemológica de estos quehaceres.

Desde el “cogito ergo sum” (pienso, luego existo) de Descartes  la verdad se desplazó de las cosas al pensamiento: la verdad no reside en las cosas que nos rodean sino que la realidad es pensada. Simplificando extraordinariamente, la realidad es inmanente al sujeto que la piensa. Esta tendencia filosófica sirve de base para el racionalismo de Kant y posteriormente para el idealismo de Hegel, amén de muchos otros movimientos filosóficos derivados y de la mayor parte de los totalitarismos.

Pero hay otra corriente filosófica menos divulgada, pero que a nosotros nos interesa más por la relevancia que actualmente tienen sus consecuencias. A principios del siglo XVIII, el filósofo italiano Giambattista Vico  desplaza la verdad, no ya sobre lo que las cosas son como decían los escolásticos, ni siquiera sobre el pensamiento racionalista, sino que identifica lo verdadero con lo que nosotros mismos hacemos. Sólo puede ser verdadero aquello que realizamos, el factum, según su famoso aforismo “Verum et factum reciprocantur seu convertuntur” (lo verdadero y lo hecho es convertible, es decir, coinciden).
Haciendo un paralelismo entre Descartes y Vico, de algún modo podríamos afirmar que hemos pasado del “cogito ergo sum” (pienso, luego existo) de Descartes al “facio ergo sum” (hago, luego existo) de Vico.

Hay una radical conversión del hombre hacia su propia obra como a lo único que puede conocer . Esto puede parecer poco relevante, pero tiene unas consecuencias de vital importancia porque desplaza el permanecer-comprender de una verdad inmutable que es aprehendida por el sujeto a un saber-hacer en donde no importa demasiado qué es exactamente lo que conozco sino la acción misma de conocer.

Para Vico solo son posibles dos ciencias: la Matemática como objeto “producido” por la razón del hombre y la Historia como relato de los “actos” humanos, lo que influirá posteriormente de algún modo en la concepción de la Filosofía de la Historia del marxismo.

Este saber-hacer es el famoso know-how de las técnicas pedagógicas actuales y que tanto se valora en las empresas y en las escuelas de negocios. Hay que reconocer que la filosofía de Vico hunde sus raíces en un profundo escepticismo, que fructifica en el relativismo dominante en la cultura postmodernista actual.

Resumiendo, desde este punto de vista al relativismo no solo se puede llegar por la vía de inmanencia del pensamiento, sino por la idolatría del know-how más propio de una mentalidad utilitarista. Los hábitos operativos que se generan inconscientemente son impresionantes: el 70% de los usuarios de tabletas solo son capaces de esperar dos segundos para que se abra una página web y en caso contrario abandonan.



Tecnología disruptiva y constructiva

¿Qué tiene que ver todo esto con el tema que nos ocupa en este artículo? Mucho más de lo que parece a priori. Ya hemos visto cómo las tecnologías de movilidad promueven entornos de producción y aprendizaje basados en la relación (algo que se establece, que se hace) en donde...
 ...importan menos las personas que la relación en sí misma (parte del constructivismo y la totalidad del conectivismo) y en donde no importan tanto las informaciones cuanto la forma en que se consumen o la tendencia a autofabricarse los propios contenidos, porque solo lo que yo construyo es verdaderamente fiable. Es una consecuencia más de que disponer de mucha información (todo Internet) produce una gran desinformación, es decir, corremos el riesgo de caer en lo que actualmente se llama infoxicación.
Esto redunda en la idea de que en e-learning o en flipped-classroom, la figura del profesor no solo no se desvanece sino que cobra nuevo bríos salvo que solo interese el know-how, en cuyo caso la formación se ha degradado a la adquisición de un conjunto de destrezas, que no de hábitos intelectuales ni del desarrollo del espíritu crítico: el profesor pierde su característica de localidad geográfica con respecto del alumno, pero a cambio adquiere muchas otras facetas que el docente tradicional ni siquiera sospechó.
Por eso, estas técnicas didácticas contribuyen a una nueva socialización digital que exige tanto arrojo como prudencia para que las revoluciones disruptivas no sustituyan a las evoluciones constructivas.
Ahora estamos en disposición de comprender con profundidad el deslumbrante efecto de novedad de las redes sociales y los nuevos síndromes digitales que los gabinetes psicológicos y psiquiátricos han empezado a diagnosticar. ¿Son peligrosas las redes sociales e inútiles las nuevas metodologías didácticas? No necesariamente. ¿Son inocuas? Tampoco. No hay que pedir a Wikipedia más de lo que puede dar.

En el siguiente post (último de la serie): Incidencia de estos cambios en las empresas.

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Alfredo Abad Domingo.
Twitter: @AlphesTIC,  https://twitter.com/AlphesTIC 
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Artículo "Tecnologías para la movilidad. La sustantivación técnica del adjetivo". Escrito originalmente y publicado en Escenario 2012. Instituto Tecnológico y Gráfico Tajamar. ISBN: 978-84-88543-12-7. Copyright 2012 by Alfredo Abad. Se otorga licencia de reproducción citando al autor y revista de publicación original.

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